jueves, 25 de julio de 2013

Bienvenidos a mi blog!

SOMOS ENERGÍA en movimiento

Cuando esta energía fluye correctamente, fluye nuestra vida, fluye nuestra salud. Cuando la energía se bloquea por emociones, se bloquea este flujo y enfermamos. No estamos solos, ni vivimos aislados, estamos en continua interacción con nuestro entorno y por tanto variando continuamente nuestro medio interno para adaptarlo a las circunstancias.

Vivir es adaptarnos constantemente al entorno. El cuerpo humano tiene la capacidad natural de adaptación, pero en condiciones de no-equilibrio, esta adaptación será sólo una compensación. Esto significa que se deberá adaptar en otro sistema para compensar el equilibrio global y así vamos haciendo falsos equilibrios.

Cualquier mala adaptación del organismo al entorno produce una interferencia nerviosa en la columna que impide la transmisión correcta de impulsos nerviosos entre el cerebro y el resto del cuerpo, lo que impide su correcto funcionamiento.

Entendiendo así nuestra manera de funcionar, podemos ver la enfermedad desde un punto de vista más amplio. Cada síntoma o alteración es una señal de alarma que nos da el cuerpo de que algo no está funcionando correctamente.

Debemos abrirnos a ver cada enfermedad como una posibilidad de evolucionar, de aprender, de corregir. La vida es un laboratorio de experimentación, un aprendizaje constante.

Hemos de tomar más consciencia de nuestro cuerpo y de nuestras emociones. Los reveses de la vida, los disgustos, los traumas, las pérdidas,.. son temas por superar que no se asimilan fácilmente y el cuerpo va “acumulando” hasta somatizar porque ya no puede guardar más información dolorosa.

Una enfermedad puede ser la punta visible de un iceberg sumergido que ha ido creciendo durante largo tiempo y que finalmente sale a la superficie. Pero el bloqueo que obstruía estaba ahí desde hacía mucho tiempo sin ser advertido.

Si tomamos conciencia de nuestro cuerpo y de nuestras emociones detectamos antes las señales de alarma de nuestro cuerpo. Debemos recuperar esta capacidad para detectar y sentir el lenguaje del cuerpo.
Montse Cardona, julio 2013.


No hay comentarios:

Publicar un comentario